Si no hubiera aprendido nada, la banda de sonido sería un tango que silba volver con la frente marchita.
Acobardado buscaría refugio en el regazo de la vieja que siempre reclama el tanguero.
Pero la melodía, esta vez, es otra, y silba alternativas, diagrama la esperanza, intenta no repetir ni soplar.
Hago pie en este jet lag emocional. Volver a delgado siempre es un desafío: una oreja mojada, un mano a mano con el de antes, una broma de dudoso gusto.
Para ajustar la tuerca primero hay que desajustarla. Cuantas veces sea necesario.
Irse para volver estimulado.
Foto: A!
15.10.10
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Por qué será que me siento que estoy transitando tu mismo camino? :)
ResponderEliminarDisfruta de la vuelta a casa, también a veces siento que regresar sería volver "con la frente marchita" pero Martita tiene razón, lo que ganamos no es tangible pero es un gran tesoro de vivencias y experiencias que muchos jamás vivirán porque ni siquiera se animarón a soñarlas.
Sueña, Arriesga, Vive... y nunca olvides el coraje que tuviste de ser el autor de tu vida!
Pensé en lo de la frente marchita porque iba a poner el tango aquel que dice "vuelvo al sur, como se vuelve siempre al amor", pero es una mirada melancólica que ya no tengo -y cuando se acerca, la escupo-. Como decís vos, vuelvo lleno, no importa lo que hagan los demás pero a mí me sirvió :) gracias por escribir!
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