30.10.10

flotá baldosa

En línea desde mi casa nueva, recién mudado, fregué escalón por escalón, el inodoro, pasé la aspiradora, me intoxiqué con la lavandina, las manos arrugadas y un poco violetas. Me queda arreglar el piso que se despega, pero ya hago pie acá. Esta noche es mi primera noche, los compacts apilados en dos filas en orden alfabético, los libros también y las revistas, por número. La tele prendida porque si no no tengo conexión, el iPod al equipo y de ahí al ambiente. Releo y me siento un snob. Después me veo las uñas de los pies y cambio de idea.

Sigo escribiendo para llenar el hueco y reflotar del descanso. El piso ya está seco, tengo que volver arriba, mover las cajas, darme un baño, encerar los huecos.

Meteré todo en un cajón y a la mierda.

27.10.10

jugo de tomate frío

Mi vieja entró al living, nos miró a papá y a mí, y soltó, como quien acerca la peor de las noticias: "Murió Néstor Kirchner". Te juro que dijo el nombre completo.

Me puse de pie, nos miramos todos a los ojos. Fuimos a la cocina y prendimos la tele. Imágenes de Kirchner, la locutora repitiendo la poca información con la que contaba.

Los otros dos grandes sucesos no personales que recuerdo son el atentado a las torres gemelas y la muerte de pappo. Tengo, además, recuerdos vagos de escuchar disparos en el alzamiento de la tablada, nebulosas de los atentados a la amia y a la embajada de israel.

No sé, es un día para poner algo.

26.10.10

todo apunta a que se trata de un nuevo caso de balconing

Hace diez días volví a Buenos Aires, después de dos años de excursión-residencia por el exterior. No fueron muchas las cosas que cambiaron por mis pagos. Lo primero que me llama la atención es lo gordo que está Charly García. Me acuerdo de haberlo visto en el año 97 en la disquería Musimundo del shopping Alto Palermo, enfrente de donde el rocker vivió durante tantos años. Estábamos con Mati husmeando CDs y el tipo se apareció ahí con su metro noventa y sus -pongamosle- 62 kilos de peso. Daba la impresión de haberse escapado de la morgue o de una clase de anatomía en la que oficiara de modelo. Ni rastros de ese Charly queda en la actualidad. Pensar, por otro lado, que fue el primero en saltar desde el balcón de la habitación de un hotel a la pileta, una práctica hoy extendida entre los turistas alemanes en las Islas Baleares y catalogada por los medios como balconing. No quería dejar de mencionarlo.


20.10.10

mar aquí mar allá

Volver a casa es mezclarse y dar, pistear y resistir. Caminar poseído esquivando todo lo que te cruza en el centro y microcentro. Volver es rápido, no se tarda nada, bajás del avión y te espera algo que es igual a lo de antes pero sutilmente transformado. El transformado, en verdad, puede que seas vos. Volver no es con la frente marchita, nunca, es algo que se hace de a golpe o de a poco, con más entusiasmo que miedo. Volver es explicarles a los otros que uno es el mismo pero que no se fue al pedo. Que allá fue distinto y quiere mantenerlo. Es explicar y chocar y evitar mirar por encima del hombro o por debajo. Es también tratar de encontrar acá los pequeños tesoros que tenías allá, como sea, volver es entender que la búsqueda no terminó sino que está más orientada, es saber que de acá en adelante tiene que ser cada vez más intensa, a paso doble o acelerada, o más bien lenta para tomarse tiempo e ir hacia donde indique el deseo. Volver, regresar, en días como éstos donde pasa tanto y rápido y todo y rápido es fabricar un lugar para que habite uno mismo, es teclear sin pensar y contradecirse sin pudor. Si tuviera la habilidad escribiría sin puntos, apenas las comas, porque así es cómo se siente. Y se expresa como se puede.

BRAND

17.10.10

de obsesiones

Hasta hace poco tiempo, una de mis obsesiones consistía en vigilar que nadie dijera nada discriminatorio. Así, me había convertido en un policía de la corrección política. Cualquier insinuación que denostara a otra persona o grupo por ser, por ejemplo, de piel más oscura, se ganaba mi condena enérgica, mi desprecio a viva voz o en silencio, lo que es mucho peor porque te hace tragar el veneno y ser inauténtico.

Suavizado, traicionando mis principios más rígidos, ahora dejé de ver racistas en todos lados: me los tomo con humor, me permito reírme del asunto. También entiendo que no es necesario ir por la vida haciéndose el bueno, es enfermizo. Siempre es mejor darle un descanso al comisario.


De un tiempo a esta parte, otra obsesión se abre paso en mí. Ahora pongo minuciosa atención en ver si el otro me escucha o si simplemente usa el diálogo conmigo como excusa para contar sus experiencias. Gente como mi amigo Chester lo sabe de sobras. Sabiéndome imbancable regula sus anécdotas, ejercita la atención sostenida, me explica por qué viene a cuento su historia. Se esfuerza porque no me deprima en el diálogo.

Hace poco descubrí que las mujeres tienen mayor tendencia a la escucha, o al menos, no tienen la necesidad de interrumpir con sus vivencias las narraciones del otro. También supe que las charlas donde más se indaga son aquellas que se tienen de costado, preferentemente mirando un río o caminando a la par en un parque. Así deberían ser las sesiones con los psicoanalistas.

la próxima vez que tenga un diálogo conmigo, relájese o tómeselo con humor, o pídale consejo a Chester, de paso, lea su blog

gracias por la foto

15.10.10

volutas

Si no hubiera aprendido nada, la banda de sonido sería un tango que silba volver con la frente marchita.

Acobardado buscaría refugio en el regazo de la vieja que siempre reclama el tanguero.


Pero la melodía, esta vez, es otra, y silba alternativas, diagrama la esperanza, intenta no repetir ni soplar.

Hago pie en este jet lag emocional. Volver a delgado siempre es un desafío: una oreja mojada, un mano a mano con el de antes, una broma de dudoso gusto.

Para ajustar la tuerca primero hay que desajustarla. Cuantas veces sea necesario.

Irse para volver estimulado.

Foto: A!

1.10.10

ronco un poco nada más

Un  loco diciendo que no está loco sino confundido. Una piba de 16 que pide temblando otra oportunidad. Un angelito de noche, dibujado, que intuye el fin de la inocencia. La madre que dice perdón me equivoqué. Celos rotos que de un chispazo se confirman. Mis ganas de mezclarte y rajar el pasado. Un estanio en ovillo que pica al soldador.