15.6.10

cuando un hombre se encuentra encerrado en una caja, empieza a decorar esa caja

Me gusta creer que nada es definitorio. Que nos podemos mandar cagadas, tibiezas e inconsistencias, no importa la edad que tengamos. Que siempre hay algo de tiempo que perder. Que arrepentirse, además de inútil, es cobarde.

Siento que la música siempre pone las cosas en su lugar. Inhibe -más bien los desestima- todos los razonamientos que tejemos en torno a nuestras ideas, a nuestras decisiones, a nuestros miedos. Y te dice: tranquilo, es más fácil, es mucho más fácil. Si al final, no tenés por qué ser tan importante.

Hay gente que vive echándole la culpa de su existencia a los padres, al entorno, a la genética o a la mala suerte. Hacerse responsable es mucho más difícil. Pero cuando lo descubrís, todo se relaja, ampliás la mirada, te volvés más cariñoso. La culpa cede. Y con ella la vergüenza se disuelve de a poco.

Lo mejor es escaparle al enredo. Evitar el diccionario. Fluir para todos lados. Con huevo, haciéndose cargo, sin todas las voces hablando al mismo tiempo.

Con el tiempo nos ponemos cada vez mejor para escuchar a Spinetta. Mati ya lo sabía en la secundaria.

2 comentarios:

  1. Agregaría que también lo dificil es tratarse bien. Es mucho más fácil ser bueno con lo demás que con uno mismo, quién sabe por qué.
    Y con respecto a las broncas a los padres y al entorno, es verdad que todo mejora cuando las relajás. Espero que un día se puedan ir definitivamente.
    Pero hay que hacerse responsable de la propia vida. Porchia: "Quien me tiene de un hilo no es fuerte; lo fuerte es el hilo".

    Felicitaciones por el nuevo diseño del blog.

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